miércoles, 22 de agosto de 2007

Escuchar






"El desarrollo del lenguaje comienza
durante los primeros meses de vida cuando el bebé reacciona a los sonidos en su alrededor"
(The Daily Parent)








La Importancia de Escuchar

¿Se imaginan una sala llena de niños que gritan y hablan al mismo tiempo, una educadora que habla con un micrófono y que a ratos grita (por el mismo micrófono) para que la escuchen, una radio sonando a alto volumen, un trío de educadoras aplaudiendo y riendo entre sí, un niño llorando porque no quiere que su mamá se vaya del jardín, un video de bailes folclóricos sonando de fondo y un grupo de niños arrastrando sillas para cambiar de lugar, todo al mismo tiempo?. Pues bien, dejen de imaginar. Esto es una situación real que observé hace pocos días en un jardín infantil, durante, lo que se suponía era, una actividad didáctica.
En resumen, un caos total y un dolor de cabeza para todas las personas que no están habituadas a esta situación.
Frente a esto surgió para mi una pregunta inevitable: ¿habrán aprendido algo los niños durante esta actividad?. Es difícil pensar cómo se pueden obtener logros educativos en situaciones donde nadie escucha a nadie o cómo se desarrollan aspectos cognitivos y lingüísticos en actividades tan mal mediadas.
En las siguientes líneas trataré la importancia de enseñar a los niños a escuchar, considerando esto como un factor clave en el desarrollo lingüístico. También abordaré el tema de los juegos verbales, que potencian la habilidad lingüística de niños y niñas en etapa preescolar y primer ciclo de educación básica.


¿Qué es escuchar?
Lo primero es señalar que escuchar y oír son dos cosas diferentes. "Oír es la percepción pasiva de los sonidos, mientras que escuchar es un acto voluntario que requiere del deseo de usar el oído para enfocar los sonidos seleccionados" (Madaule P.)
Mucho antes de que balbucee el niño ya ha estado expuesto a múltiples instancias en donde ha aprendido a escuchar las estructuras de su lenguaje. De esto se deriva la importancia de comunicarse constantemente con los bebés.
Luego la cadena es predecible: niños que escuchan de manera adecuada, reproducen correctamente (hablar) y traducen con facilidad el lenguaje (leer y escribir).
Escuchar entonces, es una función lingüística (receptiva) básica que se desarrolla tempranamente y en la que juega un importante papel la familia. "Es un proceso a través del cual convertimos el lenguaje hablado en imágenes mentales significativas." ("Estrategias Pedagógicas: Escuchar"), por lo que requiere atención y concentración.
Existen distintas formas de escuchar, entre las cuales destacan cuatro:
- Escuchar atencional: Se focaliza la atención en un solo estímulo para obtener información y participar activamente
- Escuchar analítico: Se analiza lo escuchado para resolver algo o responder.
- Escuchar apreciativo: Se refiere al goce de escuchar, a disfrutar de la belleza del mensaje.
- Escuchar marginal: Permite captar más de un estímulo, no solo el del foco de atención.


Escuchar se aprende
Es importante señalar que los niños aprenden a escuchar en función de los eventos de conversación en los que han participado. "Estas interacciones les permiten apropiarse de las reglas sintácticas, semánticas y fonológicas del lenguaje como de las habilidades sociales de respetar turnos o aceptar opiniones diferentes a las propias." ("Estrategias Pedagógicas: Escuchar").
Estimular el escuchar en los niños los conduce no solo a una mejor interacción social, si no a un mejor desarrollo cognitivo y lingüístico.
En el caso que expuse al comienzo, es posible decir que los niños poco aprendieron de la actividad realizada, pues faltó este constituyente básico del lenguaje. Esto nos lleva a pensar que desde el comienzo del desarrollo infantil los adultos responsables debemos enfocarnos en enseñar a los niños a escuchar, ya que esto les abrirá un mundo de posibilidades cognitivas.
Ya desde la primera infancia comienza el desarrollo del lenguaje, con el escuchar. Es muy frecuente ver el ejercicio de hablarle a los niños con un tono cálido que llama su atención. También se les ve atentos a los distintos estímulos sonoros del entorno.
Al comenzar el balbuceo y las primeras palabra, el niño repite sonidos reiteradamente, escuchándose a sí mismo con enorme placer.
En esta etapa es fundamental hablarles y estimular el escuchar. Es triste ver como en muchas salas cunas de nuestro país no existe mayor atención ni estimulación a los niños, perdiéndose un tiempo de vital importancia para su aprendizaje.
En la medida que los niños crecen comienzan a combinar palabras y frases cortas. Es muy bueno realizar juegos con ellos y darles instrucciones sencillas que estimulen su comprensión.
Ya en edad preescolar su lenguaje es mucho más fluido y se dominan palabras y oraciones más difíciles. Esta etapa es precisa para realizar distintos tipos de juegos verbales ya que los niños disfrutan mucho del lenguaje y se ha avanzado tanto en la expresión oral como en la escrita.


Juegos verbales
Esta es una buena forma de estimular el lenguaje en los niños, tanto en su parte expresiva (hablar) como sobre todo en su parte receptiva (escuchar).
Se consideran aquí juegos con palabras que incluyen aliteraciones, rimas, adivinanzas, trabalenguas, y otros juegos tradicionales o creados por el niño. Ponen énfasis en el carácter lúdico y creativo del lenguaje, ayudan a los niños a encontrar significado y permiten desarrollar variadas y ricas actividades de pensamiento y lenguaje oral y escrito como:

Desarrollo del lenguaje oral:
- Escuchar y discriminar sonidos iniciales y finales de las palabras, desarrollando la percepción auditiva y la conciencia fonológica
- Recuperar juegos infantiles y valorizar la cultura oral de los niños
- Estimular el desarrollo de la creatividad
- Desarrollar vocabulario, al decir serie de palabras que reúnan características relacionadas con aspectos fonológicos y semánticos.
- Organizar el vocabulario en categorías
- Formular preguntas de forma entretenida
- Favorecer la fluidez de la expresión oral en las trabalenguas
- Desarrollar la memoria.
Desarrollo de la lectura:
- Buscar, en distintos textos, rimas y aliteraciones
- Estimular la lectura de los juegos realizados
Desarrollo de la escritura:
- Desarrollar la escritura manuscrita, ortografía y redacción
- Estimular el acto de escribir con un propósito definido.
- También ayudan a los niños a desarrollar la percepción auditiva y la conciencia fonológica, recuperar los juegos tradicionales y valorizar la cultura.
(Baeza, P.)

Rol del educador
Lo que yo observé en la actividad, a la que me referí en un principio, era un contexto en que todos expresaban y nadie escuchaba. La educadora tendía a retar a los niños por no estar atentos al video que se proyectaba, sin embargo ella lo hacía gritando por un micrófono. Ella misma daba a los niños señales claras de no escuchar al hablar constantemente con otras educadoras durante la película. Entonces a la pregunta ¿qué falló? La respuesta es clara.
Para enseñar a escuchar el educador debe ser un auditor modelo y escuchar con atención. No debe repetir más de dos veces las instrucciones pues supone que los niños lo han escuchado, por que el mismo les ha enseñado a hacerlo. También debe considerar los distintos tipos de escuchar y el que él quiere propiciar en cada actividad.
Para esto es posible determinar una serie de consideraciones metodológicas (Baeza, P.):

- El educador debe desarrollar en los niños una actitud positiva frente al escuchar
- Debe generar en el aula, instancias que permitan escuchar, conversar, respetar turnos para hablar.
- Debe dedicar tiempo para la selección y lectura de poemas y cuentos
- Debe rescatar la cultura oral
- Debe ser un buen lector
- Debe considerar recursos como la dramatización.
- Etc.

Finalmente es importante reflexionar sobre nuestra propia actitud frente al tema de escuchar.
Si procuramos que los ambientes en los que se desenvuelven los bebés sean cálidos, sin mayores ruidos y armoniosos; si les hablamos suavemente, sin gritarles, con cariño; si estamos atentos a que escuchen los distintos estímulos del medio; si hacemos todo esto con los niños cuando son pequeños, ¿por qué cambiarlo cuando crecen?.
Si sabemos que entre gritos no se aprende ¿por qué gritamos en la sala de clases?
Si constantemente nos quejamos de las ciudades cada vez más caóticas y ruidosas ¿por qué no hacemos del aula un espacio de sana comunicación?
Si nos cansamos de que las personas no se escuchen ¿por qué no les enseñamos a nuestros niños a escuchar?
Es necesario recordar que al enseñar a escuchar no solo fomentamos un aprendizaje social, si no también un aprendizaje cognitivo y lingüístico, por lo que si realizamos una actividad en contextos ruidosos y caóticos, no nos debe extrañar que los niños no aprendan lo que esperábamos.



Bibliografía

The Daily Parents: Cómo desarrollar el Lenguaje en su hijo

Baeza, P y Solís, M.C.: Desarrollo del escuchar y del lenguaje en NB1
Condemarín, M.: Juegos Verbales
Madaule, Paul: La música una invitación a escuchar
Estrategias Pedagógicas: Escuchar, una habilidad que es necesario enseñar.