miércoles, 14 de noviembre de 2007

Estrategias de Enseñanza del Programa AILEM UC

Aprendiendo a Leer y Escribir

Recuerdo que cuando era pequeña y cursaba primero básico, la profesora me invitó a pasar delante del curso y leer en voz alta un poema que luego todos debíamos aprender. Ella dijo al grupo que yo leía muy bien y que tenían que escucharme con atención. Entusiasmada me levanté y comencé a leer a mis compañeros, pero ellos comenzaron a reírse, a molestarme e incluso a pifiar. Yo me sentía muy mal y no quería continuar leyendo, pero la profesora insistía y hacía callar al curso. Cuando terminé, ella me felicitó. Me fui a sentar y un compañero me dijo "¡lees muy mal!".
Esta experiencia tuvo un enorme significado para mí, pues a mis seis años de edad, sabía que podía leer, pero no sabía si mis compañeros sabían hacerlo; ¿por qué yo no podía saber cómo leían mis amigos?. Comprendí que todos querían salir adelante y leer para los demás.
Muchas veces en las distintas aulas de nuestros centros educativos sucede lo mismo, repitiéndose un modelo de enseñanza más bien conductista, basado en destrezas como la decodificación, dejando a un lado la comprensión del texto, la participación activa de todos los niños en el proceso de aprendizaje de la lectura y escritura y los aspectos afectivos que están presentes.
En las siguientes líneas trataré una serie de propuestas de estrategias para la enseñanza y aprendizaje de la lectura y escritura en el nivel inicial, esto dentro del marco del Programa de Aprendizaje Inicial de Lectura, Escritura y Matemáticas de la Pontificia Universidad Católica de Chile (AILEM UC).


Lectura en Voz Alta

La lectura en voz alta es una estrategia mediante la cual el profesor lee a los niños un texto previamente seleccionado para compartir con ellos el placer de leer y actuar además como un modelo de lector competente.
A través de esta estrategia se modela el aprecio por la lectura como una actividad para disfrutar, buscando la comprensión del texto.
El educador debe seleccionar previamente el texto a leer (que pueden ser desde cuantos infantiles a etiquetas y revistas), relacionándolo con el tema a tratar y los intereses de los niños. Debe señalar los propósitos de la lectura.
Durante la lectura los niños escuchan y el educador lee. Sin embargo se realizan interacciones a través de preguntas y respuestas sobre el texto. Para esto se utilizan herramientas como:

Conexiones: Relaciones entre el texto y uno mismo, el texto y el mundo y el texto con otro texto.
Conocimientos previos: Conocimientos ya adquiridos anteriormente.
Clarificar: Palabras del texto que no conocemos o tenemos dudas sobre su significado.
Predicciones: Preguntarse qué sucederá en el texto.

Lectura Compartida

La lectura compartida es una estrategia donde participan profesores y alumnos.
En esta hay tres pasos a seguir.
1- Presentación del texto: Este debe ser escrito en un papelógrafo que todos los niños puedan ver. El educador presenta el texto, lo interroga junto a los niños y lo lee.
2- Relectura del texto: En conjunto niños y educador releen varias veces el texto. Para esto se utiliza un puntero. Se destacan palabras desconocidas, variadas, importantes y aquellas que formarán parte de la pared de palabras.
3- Lectura independiente: Cada niño tiene acceso al texto y lee en forma independiente. Para esto se pueden tener varias copias del mismo texto, para todos los niños.
Es importante señalar que el educador debe establecer previamente los focos de enseñanza.

Escritura Interactiva

Esta estrategia es colaborativa. Niños y educador componen y escriben un texto en conjunto. Todos se ayudan en la construcción del texto. Esta estrategia permite a los niños la codificación (escritura) y decodificación (lectura) de un texto significativo para ellos.
Tipos de Escritura Interactiva:

Transcripción: Reconstrucción de un texto existente, por ejemplo una rima o canción que los niños ya saben
Innovación: Cambiar algunas parte de un texto que sea familiar para todo el grupo.
Negociación: componer u texto completamente nuevo.

El educador orienta y media la escritura, seleccionando distintos niños para que escriban y manteniendo la atención de todo el grupo.

Todas estas estrategias están orientadas a hacer del proceso de enseñanza y aprendizaje de la lectura y escritura una experiencia placentera para el niño, de manera que él aprenda los beneficios de utilizar el lenguaje escrito y el agrado de hacerlo.

De esta forma es posible evitar situaciones tan desagradables como la que me sucedió a los seis años.

Bibliografía:

Lecturas realizadas deltro del marco del curso "Didáctica de la Lengua"

AILEM-UC: http://www.puc.cl/educacion/ailem/

- Lectura en voz alta

- Escritura interactiva

- Lectura compartida




martes, 25 de septiembre de 2007

La Conciencia en el Lenguaje

La Conciencia Fonológica y el Aprendizaje de la Lectura y Escritura

Cuando era pequeña una tía me preguntó si yo conocía el abecedario. De inmediato respondí que sí y se lo recité de memoria para que lo comprobara. Ella me felicitó, pero luego me preguntó si me sabía el abecedario con "sonidos" yo le pregunté cómo era eso y entonces fue ella quien repitió casi de memoria todos los fonemas que componían el alfabeto. Yo quedé admirada, más que por lo que decía, por su habilidad lingüística, su destreza para realizar casi simultáneamente tantos sonidos distintos. Mi impresión inicial rápidamente desapareció y me pregunté a mí misma "¿y de qué me sirve saber como suenan las letras?". Obviamente no se lo dije a mi tía porque creí que podía herir sus sentimientos.
No entendía entonces que gracias a conocer el sonido de las letras yo aprendí a leer.
La intención de esta publicación es relacionar el desarrollo de la conciencia fonológica en los niños en edad preescolar con el posterior aprendizaje de la lectura y escritura que estos niños alcanzan.

¿Qué es la Conciencia Fonológica?

La conciencia fonológica forma parte, al igual que la conciencias semántica y sintáctica, de la conciencia metalingüística o capacidad para reflexionar sobre la propia lengua, fuera de sus funciones comunicativas. "Se le ha definido como la capacidad de ser consciente de las unidades en que puede dividirse el habla" (Defior, S., 1996). Esto implica que el sujeto comprende las diferentes maneras en que la lengua oral puede ser dividida en componentes más pequeños y cómo estos pueden ser manipulados.

La conciencia fonológica y su relación con la lectura inicial

Una forma de abordar la conciencia fonológica y su relación con la lectura inicial, es desde la perspectiva de la Zona de Desarrollo Próximo planteada por Vygotsky, que consiste en la distancia existente entre el nivel de desarrollo real de los niños (determinado por su capacidad de solucionar un problema en forma independiente) y el nivel de desarrollo potencial (determinado por su capacidad de solucionar un problema con la ayuda de un adulto o un par más competente).
Desde esta perspectiva, el nivel de desarrollo de la conciencia fonológica "es un indicador de la distancia (más o menos próxima) que traen los niños para el aprendizaje de la lectura y que debe determinar la intervención pedagógica del maestro" (Bravo, L.). La orientación del educador facilita la asociación entre los componente gráficos de la escritura y los componentes fonológicos de su lenguaje oral.
Por otra parte la relación entre desarrollo fonológico y aprendizaje de la lectura puede darse de tres maneras:
- Como un desarrollo previo y predictivo: Facilitaría la determinación de un umbral para comenzar la decodificación.
- Como una relación causal: El desarrollo fonológico es una condición que determina el aprendizaje de la lectura
- Como un proceso interactivo y recíproco con este aprendizaje
Finalmente variados estudios han demostrado que el desarrollo de la conciencia fonológica, facilita la automatización de los procesos fonológicos como el inducir las correspondencias letra - sonido (grafema - fonema). El conocer el nivel de este desarrollo en los niños es central para elaborar estrategias de enseñanza para la lectura inicial.

Habilidades que implica el desarrollo de la conciencia fonológica

Dentro de las habilidades a desarrollar por los niños, y que son conducentes al posterior aprendizaje de la lectura, están:

Conciencia de la palabra
- Reconocer que las oraciones están compuestas de palabras
- Identificar palabras largas y cortas (duración acústica de las palabras)

Discriminación de sonidos
- Rima
- Sonidos Iniciales (Aliteraciones)

Segmentación fonémica
- Separar palabras en sílabas
- Separar palabras en fonemas

Manipulación fonética
- Unión, división y manipulación de sílabas
- Unión Unión, división y manipulación de fonemas

Tareas utilizadas para medir habilidades fonológicas

Dentro de las investigaciones que se han realizado, muchas apuntan a la evaluación de habilidades que determinan el nivel fonológico de los niños, para así mejorarlas y conducir al aprendizaje de la lectura.
Algunas tareas de evaluación son:
- Juzgar la duración acústica de las palabras
- Identificar las palabras de una frase
- Reconocer una unidad de habla (sílaba o fonema) en palabras
- Reconocer o producir rimas
- Clasificar palabras por sus unidades (sílabas o fonemas)
- Sintetizar o mezclar unidades para formas palabras
- Aislar una unidad de una palabra
- Contar las unidades de una palabra
- Descomponer una palabra en sus unidades
- Añadir una unidad a una palabra
- Sustituir una unidad de una palabra por otra
- Suprimir una unidad de una palabra
- Especificar qué unidad ha sido suprimida de una palabra
- Invertir el orden de las unidades en una palabra
- Escritura inventada
(Defior, S., 1996).

Dentro de estas tareas existiría una tendencia evolutiva, siendo también algunas más complejas que otras

Implicancias para el educador de párvulos

Considerando lo anterior el(la) educador(a) de párvulos debe considerar siempre que la activación de los procesos fonológicos constituye el detonador de la decodificación, por lo tanto la ejercitación de habilidades relacionadas con el desarrollo de la conciencia fonológica ayudan al niño a comprender la relación grafema – fonema, aproximándolo a la lectura y posteriormente a la escritura.
Es deber del educador trabajar estas áreas y considerarlas parte fundamental de su labor educativa.


Bibliografía:

Luis Bravo : La Conciencia fonológica como zona de desarrollo próximo
Sylvia Defior : Una clasificación de las tareas de Conciencia Fonológica

viernes, 31 de agosto de 2007

Lo impreso en el medio

Conocimiento de lo impreso en la niñez temprana

Si tenemos la posibilidad de salir a caminar con niños pequeños, nos podemos dar cuenta de la infinidad de símbolos que conocen y que son capaces de comprender. Por ejemplo los anuncios publicitarios (sobre todo aquellos que muestran productos de su interés), números, señales de tránsito, letras e incluso palabras. Pero será esto leer?
En las siguientes líneas abordaré el tema del conocimiento de lo impreso como parte del desarrollo de la alfabetización inicial.


En primer lugar quiero señalar que este reconocimiento es parte del desarrollo de la alfabetización inicial o emergente que surge espontáneamente desde el niño y se caracteriza por la exploración activa que él hace de lo impreso en su entorno. Esto implica que ya al ingresar al jardín infantil, los niños traen consigo una serie de experiencias sobre los textos impresos dentro de la cultura popular. También existen experiencias relacionadas con el escuchar cuentos, el conversar con los padres, el jugar a reconocer símbolos, avisos, etiquetas, etc., que potencian este desarrollo.
Podemos decir entonces, que el conocimiento de lo impreso en la niñez temprana es el proceso mediante el cual los niños se familiarizan con el lenguaje de todo el ambiente letrado y numerado que los rodea, esto obviamente en textos impresos. Este conocimiento es conducente al desarrollo de la lectura y la escritura, al ir reconociendo paulatinamente las funciones del lenguaje en estas transcripciones. Dentro de otras cosas, incluye el aprender que lo escrito es permanente, organizado y sirve para un propósito.
Este descubrimiento es espontáneo y ayuda a los niños a organizar el lenguaje y descubrir sus funciones, permitiendo al niño acercarse al lenguaje y encontrar sentido a los símbolos (letras y números) que a diario ve.
Por otra parte "el concepto de lo impreso, incluye el conocimiento de que la impresión lleva significado y que los sonido del lenguaje hablado pueden ser representados en forma escrita" (Stevens, Taylor, Hansen). De esta forma el niño no solo conoce las palabras en forma oral, sino que descubre que estas pueden ser escritas y que lo escrito significa "algo", que "algo dice ahí".
El conocimiento de lo impreso también involucra la capacidad de diferenciar entre palabras y dibujos o logos y reconocer cual de los dos lleva el significado del mensaje. Por ejemplo al leerles un cuento siempre es necesario dejarles claro a los niños que el significado del mensaje está en el texto en la letras que forman palabras, oraciones, párrafos, etc. mientras que los dibujos son un apoyo a ese mensaje.
Es preciso señalar que "uno de los logros cognitivos más importantes de la niñez temprana es la capacidad de entender y utilizar símbolos" (Kassow, D) por lo que el desarrollo del conocimiento de lo impreso en el medio no solo ayudaría al niño en el desarrollo de su lenguaje, determinado por su alfabetización, si no que también en una serie de logros cognitivos.

Conciencia Fonética


Un factor que es relevante de ser analizado es la relación que existe entre la conciencia fonética y el desarrollo de la lectura.
La conciencia fonética "es la habilidad para oír sonidos individuales dentro de las palabras habladas" (Stevens, Taylor, Hansen). Múltiples estudios señalan que esta conciencia, junto con el conocimiento de los nombres de las letras, son los más grandes predictores del logro del aprendizaje de la lectura al final del primer grado, esto porque la conciencia fonética es un elemento esencial en la comprensión del principio alfabético.
Los niños que entra a la escuela con un conocimiento limitado de lo que respecta a la conciencia fonética y del concepto de lo impreso, tienen más probabilidades de que la experiencia de aprender a leer y escribir sea dificultosa.


Rol del educador y del centro educativo

Algunas sugerencias para hacer del aula un ambiente que propicie el conocimiento de lo impreso:

- Llenar el ambiente del aula de impresiones significativas, con textos utilizados frecuentemente (palabras, horarios, menús, lista de curso, etc.)
- Realizar juegos dramáticos con los niños en donde se utilicen una serie de elementos impresos, textos y elementos para dejar impresas palabras que los niños quieran expresar (jugar al correo o al profesor por ejemplo)
- Dedicar tiempo a que los niños hojeen libros y textos, así como a leerles cuentos y poemas
- Demostrar interés por la impresión del lenguaje, tanto leyendo como escribiendo.

Finalmente considero importante reflexionar sobre la importancia de lo impreso en el ambiente. Si los niños inician su alfabetización con el reconocimiento del lenguaje en los elementos impresos, descubriendo que las palabras, así como las imágenes contienen un significado, es necesario preguntarnos ¿qué les mostramos a nuestros niños?. Si caminamos con un niño pequeño por la calle e intentamos observar el ambiente desde su perspectiva, con una actitud abierta y exploratoria, descubriremos una serie de mensajes que, sobre todo, la publicidad nos transmite. Por ejemplo que "las mamás más lindas" son las que usan un determinado shampoo, que "nos encanta todo eso" que Mc. Donald’s nos ofrece, o que cuando nuestros papás nos digan que no tienen plata los mandemos al Banco Nova.
Si bien el conocimiento de lo impreso surge desde el niño, es preciso la mediación de un adulto en este proceso, para convertirlo en un aprendizaje relevante y para regular los mensajes que los niños reciben, por lo menos hasta que nos pongamos de acuerdo como sociedad sobre la forma en que queremos que crezcan las futuras generaciones.


Bibliografía:

- Stevens, Taylor, Hansen: Emergent Literacy and Oral Language Development
- Kassow, D: Environmental Print Awareness in Young Children

miércoles, 22 de agosto de 2007

Escuchar






"El desarrollo del lenguaje comienza
durante los primeros meses de vida cuando el bebé reacciona a los sonidos en su alrededor"
(The Daily Parent)








La Importancia de Escuchar

¿Se imaginan una sala llena de niños que gritan y hablan al mismo tiempo, una educadora que habla con un micrófono y que a ratos grita (por el mismo micrófono) para que la escuchen, una radio sonando a alto volumen, un trío de educadoras aplaudiendo y riendo entre sí, un niño llorando porque no quiere que su mamá se vaya del jardín, un video de bailes folclóricos sonando de fondo y un grupo de niños arrastrando sillas para cambiar de lugar, todo al mismo tiempo?. Pues bien, dejen de imaginar. Esto es una situación real que observé hace pocos días en un jardín infantil, durante, lo que se suponía era, una actividad didáctica.
En resumen, un caos total y un dolor de cabeza para todas las personas que no están habituadas a esta situación.
Frente a esto surgió para mi una pregunta inevitable: ¿habrán aprendido algo los niños durante esta actividad?. Es difícil pensar cómo se pueden obtener logros educativos en situaciones donde nadie escucha a nadie o cómo se desarrollan aspectos cognitivos y lingüísticos en actividades tan mal mediadas.
En las siguientes líneas trataré la importancia de enseñar a los niños a escuchar, considerando esto como un factor clave en el desarrollo lingüístico. También abordaré el tema de los juegos verbales, que potencian la habilidad lingüística de niños y niñas en etapa preescolar y primer ciclo de educación básica.


¿Qué es escuchar?
Lo primero es señalar que escuchar y oír son dos cosas diferentes. "Oír es la percepción pasiva de los sonidos, mientras que escuchar es un acto voluntario que requiere del deseo de usar el oído para enfocar los sonidos seleccionados" (Madaule P.)
Mucho antes de que balbucee el niño ya ha estado expuesto a múltiples instancias en donde ha aprendido a escuchar las estructuras de su lenguaje. De esto se deriva la importancia de comunicarse constantemente con los bebés.
Luego la cadena es predecible: niños que escuchan de manera adecuada, reproducen correctamente (hablar) y traducen con facilidad el lenguaje (leer y escribir).
Escuchar entonces, es una función lingüística (receptiva) básica que se desarrolla tempranamente y en la que juega un importante papel la familia. "Es un proceso a través del cual convertimos el lenguaje hablado en imágenes mentales significativas." ("Estrategias Pedagógicas: Escuchar"), por lo que requiere atención y concentración.
Existen distintas formas de escuchar, entre las cuales destacan cuatro:
- Escuchar atencional: Se focaliza la atención en un solo estímulo para obtener información y participar activamente
- Escuchar analítico: Se analiza lo escuchado para resolver algo o responder.
- Escuchar apreciativo: Se refiere al goce de escuchar, a disfrutar de la belleza del mensaje.
- Escuchar marginal: Permite captar más de un estímulo, no solo el del foco de atención.


Escuchar se aprende
Es importante señalar que los niños aprenden a escuchar en función de los eventos de conversación en los que han participado. "Estas interacciones les permiten apropiarse de las reglas sintácticas, semánticas y fonológicas del lenguaje como de las habilidades sociales de respetar turnos o aceptar opiniones diferentes a las propias." ("Estrategias Pedagógicas: Escuchar").
Estimular el escuchar en los niños los conduce no solo a una mejor interacción social, si no a un mejor desarrollo cognitivo y lingüístico.
En el caso que expuse al comienzo, es posible decir que los niños poco aprendieron de la actividad realizada, pues faltó este constituyente básico del lenguaje. Esto nos lleva a pensar que desde el comienzo del desarrollo infantil los adultos responsables debemos enfocarnos en enseñar a los niños a escuchar, ya que esto les abrirá un mundo de posibilidades cognitivas.
Ya desde la primera infancia comienza el desarrollo del lenguaje, con el escuchar. Es muy frecuente ver el ejercicio de hablarle a los niños con un tono cálido que llama su atención. También se les ve atentos a los distintos estímulos sonoros del entorno.
Al comenzar el balbuceo y las primeras palabra, el niño repite sonidos reiteradamente, escuchándose a sí mismo con enorme placer.
En esta etapa es fundamental hablarles y estimular el escuchar. Es triste ver como en muchas salas cunas de nuestro país no existe mayor atención ni estimulación a los niños, perdiéndose un tiempo de vital importancia para su aprendizaje.
En la medida que los niños crecen comienzan a combinar palabras y frases cortas. Es muy bueno realizar juegos con ellos y darles instrucciones sencillas que estimulen su comprensión.
Ya en edad preescolar su lenguaje es mucho más fluido y se dominan palabras y oraciones más difíciles. Esta etapa es precisa para realizar distintos tipos de juegos verbales ya que los niños disfrutan mucho del lenguaje y se ha avanzado tanto en la expresión oral como en la escrita.


Juegos verbales
Esta es una buena forma de estimular el lenguaje en los niños, tanto en su parte expresiva (hablar) como sobre todo en su parte receptiva (escuchar).
Se consideran aquí juegos con palabras que incluyen aliteraciones, rimas, adivinanzas, trabalenguas, y otros juegos tradicionales o creados por el niño. Ponen énfasis en el carácter lúdico y creativo del lenguaje, ayudan a los niños a encontrar significado y permiten desarrollar variadas y ricas actividades de pensamiento y lenguaje oral y escrito como:

Desarrollo del lenguaje oral:
- Escuchar y discriminar sonidos iniciales y finales de las palabras, desarrollando la percepción auditiva y la conciencia fonológica
- Recuperar juegos infantiles y valorizar la cultura oral de los niños
- Estimular el desarrollo de la creatividad
- Desarrollar vocabulario, al decir serie de palabras que reúnan características relacionadas con aspectos fonológicos y semánticos.
- Organizar el vocabulario en categorías
- Formular preguntas de forma entretenida
- Favorecer la fluidez de la expresión oral en las trabalenguas
- Desarrollar la memoria.
Desarrollo de la lectura:
- Buscar, en distintos textos, rimas y aliteraciones
- Estimular la lectura de los juegos realizados
Desarrollo de la escritura:
- Desarrollar la escritura manuscrita, ortografía y redacción
- Estimular el acto de escribir con un propósito definido.
- También ayudan a los niños a desarrollar la percepción auditiva y la conciencia fonológica, recuperar los juegos tradicionales y valorizar la cultura.
(Baeza, P.)

Rol del educador
Lo que yo observé en la actividad, a la que me referí en un principio, era un contexto en que todos expresaban y nadie escuchaba. La educadora tendía a retar a los niños por no estar atentos al video que se proyectaba, sin embargo ella lo hacía gritando por un micrófono. Ella misma daba a los niños señales claras de no escuchar al hablar constantemente con otras educadoras durante la película. Entonces a la pregunta ¿qué falló? La respuesta es clara.
Para enseñar a escuchar el educador debe ser un auditor modelo y escuchar con atención. No debe repetir más de dos veces las instrucciones pues supone que los niños lo han escuchado, por que el mismo les ha enseñado a hacerlo. También debe considerar los distintos tipos de escuchar y el que él quiere propiciar en cada actividad.
Para esto es posible determinar una serie de consideraciones metodológicas (Baeza, P.):

- El educador debe desarrollar en los niños una actitud positiva frente al escuchar
- Debe generar en el aula, instancias que permitan escuchar, conversar, respetar turnos para hablar.
- Debe dedicar tiempo para la selección y lectura de poemas y cuentos
- Debe rescatar la cultura oral
- Debe ser un buen lector
- Debe considerar recursos como la dramatización.
- Etc.

Finalmente es importante reflexionar sobre nuestra propia actitud frente al tema de escuchar.
Si procuramos que los ambientes en los que se desenvuelven los bebés sean cálidos, sin mayores ruidos y armoniosos; si les hablamos suavemente, sin gritarles, con cariño; si estamos atentos a que escuchen los distintos estímulos del medio; si hacemos todo esto con los niños cuando son pequeños, ¿por qué cambiarlo cuando crecen?.
Si sabemos que entre gritos no se aprende ¿por qué gritamos en la sala de clases?
Si constantemente nos quejamos de las ciudades cada vez más caóticas y ruidosas ¿por qué no hacemos del aula un espacio de sana comunicación?
Si nos cansamos de que las personas no se escuchen ¿por qué no les enseñamos a nuestros niños a escuchar?
Es necesario recordar que al enseñar a escuchar no solo fomentamos un aprendizaje social, si no también un aprendizaje cognitivo y lingüístico, por lo que si realizamos una actividad en contextos ruidosos y caóticos, no nos debe extrañar que los niños no aprendan lo que esperábamos.



Bibliografía

The Daily Parents: Cómo desarrollar el Lenguaje en su hijo

Baeza, P y Solís, M.C.: Desarrollo del escuchar y del lenguaje en NB1
Condemarín, M.: Juegos Verbales
Madaule, Paul: La música una invitación a escuchar
Estrategias Pedagógicas: Escuchar, una habilidad que es necesario enseñar.



miércoles, 15 de agosto de 2007

Alfabetización Inicial

Alfabetización Inicial
Por Nicole Vásquez Cuadra


Generalmente cuando nos referimos al tema del lenguaje en los niños pequeños, lo primero que se nos viene a la cabeza es la pregunta ¿cómo adquieren el lenguaje los niños?, y por lo tanto, cómo lo adquirimos los seres humanos. Frente a esto hay múltiples planteamientos teóricos, siendo los más influyentes aquellos que destacan la importancia del contexto social. Es innegable el valor de esta pregunta ya que hace referencia a nuestros orígenes lingüísticos. Sabemos que los niños, aunque estén insertos en contextos desfavorecidos y se vean enfrentados a situaciones adversas, adquieren el lenguaje y se expresan verbalmente, ya sea con mayor o menor grado de perfección. Sin embargo, ¿nos hemos preguntado por qué no todas las personas aprenden a leer y escribir?, ¿qué influye en el logro de estos aprendizajes?. En Latinoamérica aún existen cifras alarmantes en cuanto a los niveles de analfabetismo (aproximadamente 34 millones de personas analfabetas absolutas, según la Secretaría General Iberoamericana, SEGIB) y Chile no se escapa de esta realidad. Pues bien, he aquí la real diferencia lingüística que puede existir y por cierto la que debemos evitar, ya a través de la educación inicial.
En las siguientes líneas trataré el tema de la alfabetización inicial y sus implicancias en el desarrollo de la labor docente.


Pero, ¿qué es la alfabetización inicial?

En primer lugar quiero referirme a lo que entendemos por alfabetización inicial y cuales son las distintas perspectivas que existen para abordarla.
La alfabetización inicial "es un proceso mediante el cual el niño construye los conceptos sobre las funciones de los símbolos (letras y números) y del material impreso" (Baeza P., 2007), dicho en otras palabras, los niños comienzan a comprender la utilidad de las letras, los números y todas aquellas representaciones gráficas del contexto social (publicidad, diarios, revistas, libros, afiches, etc.) que comienzan a tener relevancia para ellos. Es así como podemos encontrar a niños de tres o cuatro años que "leen" ciertas palabras en algunos avisos publicitarios, asociando lo escrito con el producto que ofrecen, como por ejemplo " mira, vamos al McDonald’s" (señalando el local de comida rápida) o "aquí venden bebidas" (al ver un afiche de Coca-Cola).
De esta forma el niño paulatinamente va entendiendo que los símbolos tienen un significado y que las personas pueden expresarse a través de ellos.
Este proceso, al cual llamamos alfabetización inicial o emergente (porque surge espontáneamente del niño), comienza desde el nacimiento y continúa toda la vida, siendo el niño el actor principal, a través del aprendizaje activo. Podemos decir que el proceso es:
Constructivo: Porque es un proceso interno, en donde el niño construye conceptos sobre el ambiente.
Funcional: Porque permite que el niño realice actividades y aprenda en situaciones naturales
Interactivo: Porque implica una interacción social con adultos y pares.
Existen distintas perspectivas para abordar el tema de la alfabetización inicial, que surgen desde la ciencia y la educación. He aquí algunas de ellas:
La perspectiva cognitiva: que sostiene que, "en el aprendizaje inicial, intervienen dos subprocesos que implican un procesamiento del lenguaje: el procesamiento fonológico y el reconocimiento de las palabras." (Taberosky A.). El primero implica la "conciencia fonológica" y el segundo se refiere a la habilidad para procesar información gráfica, para reconocer las palabras escritas.
Esta perspectiva plantea que las habilidades se desarrollan por etapas sucesivas desde el nivel logográfico, a la fase ortográfica.
La perspectiva constructivista: que sostiene que pasar de la etapa de "no lector" a "lector" implica un proceso global, en donde lo relevante es la interpretación de textos por parte de los niños, en base a una hipótesis propia ("lo escrito representa el nombre propio o el nombre de las cosas") y al contexto en que aparecen los textos.
La perspectiva socio-constructivista: que sostiene que la alfabetización no puede enfrentarse fuera de contextos culturales, históricos y sociales y que el aprendizaje tiene una base de interacción social, planteando tres principios: "1- las funciones mentales (leer, escribir) derivan de la vida social; 2- las actividades humanas están mediatizadas por los símbolos, en particular por el lenguaje; 3- los miembros mayores de una cultura ayudan a los más jóvenes en su aprendizaje" (Taberosky A.).
Más allá de estos planteamientos, es necesario descubrir la importancia de la alfabetización inicial en los niños preescolares y lo que esto implica para educadores e instituciones educativas.


¿Qué implicancias tiene la alfabetización inicial para los(as) educadores(as) de párvulos?

Recuerdo que en una de mis prácticas educativas, en un nivel de prekinder, había un hermoso y práctico mueble en donde se guardaban los cuentos y libros infantiles que existían en la sala. La mayoría de éstos se encontraba en mal estado, sin embargo aún estaban los textos completos y contaban con muy buenas ilustraciones y fotos. Cada vez que los niños sacaban los textos, la educadora les decía: "¡Dejen eso ahí que van a desordenar la sala!"; los niños resignados obedecían y optaban por jugar con juguetes. Un día le pregunté a la educadora si era posible realizar alguna actividad con los niños, que incluyera la utilización de los libros y los cuentos. Ella me miró de reojo y me respondió: "Esos cuentos ya no sirven, están todos rotos, hay que comprar otros". Yo le insistí en realizar la actividad hasta que finalmente accedió. Es así como reuní a los niños en grupos y con papel, lápiz, tijeras, pegamento, scotch y corchetes comenzamos a reparar los cuentos y libros del hermoso mueble. Un grupo se dedicaba a crear las portadas a todos los cuentos que en el camino habían perdido descuidadamente sus tapas, haciendo dibujos alusivos al tema central que ellos narraban; otro grupo con esmero pegaba una a una las hojas sueltas de los libros más desordenados; otro, separaba los menos dañados para arreglarles detalles y curarles sus heridas y aquellos a los que solamente les quedaba una hoja como señal de su existencia, a los que se les permitía finalmente descansar en paz. Al concluir, todos los niños vieron cada libro recuperado, lo hojearon e interpretaron libremente, asombrados ellos mismos de sus logros. Los más avanzados les leyeron a sus compañeros, quienes atentos escuchaban las historias.
Finalmente el hermoso mueble, tenía hermosos libros.
Mi sorpresa fue grande cuando llegué la semana siguiente. Al acercarme a la sala todo estaba demasiado silencioso, lo cual no era habitual en ese nivel. Cuando entré, vi cómo la educadora les leía un cuento a los niños.
Diversos estudios dan cuenta de que en educación preescolar se desarrollan procesos cognitivos y psicolinguísticos que son determinantes para el aprendizaje de la lectura y escritura inicial. "Las investigaciones sobre el llamado efecto lector inicial muestran que los niños que se inician bien en lectura terminan bien y los que tienen retrasos iniciales acumulan mayores fracasos, lo que se extiende a otras materias, por ejemplo matemáticas" (Bravo L., 2004).
Por otra parte, debemos recordar que el aprendizaje de la lectura es un proceso cultural y no natural, es decir no es consecuencia de capacidades innatas que son activadas por la interacción con un ambiente letrado, como puede suceder en la adquisición del lenguaje en donde los niños aprenden a expresarse verbalmente gracias a sus capacidades innatas y al contexto social. No, este es un proceso bastante más complejo donde "las habilidades y destrezas de orden cognitivo y neuropsicológico de los alumnos necesitan ser activadas por métodos pedagógicos adecuados" (Bravo L., 2004). Esto responde a la pregunta que nos formuláramos anteriormente: ¿por qué no todas las personas aprenden a leer y escribir?. Pues bien, esto dependerá en gran medida de la ayuda que reciban los niños por parte de los adultos responsables, entre ellos los(as) educadores(as) de párvulos.
Dentro de la alfabetización inicial podemos identificar dos conjuntos de procesos cognitivos que se desarrollan, y son posibles de potenciar, en la etapa del jardín infantil. El primero está compuesto por el desarrollo adecuado del lenguaje oral y de la conciencia alfabética, que es la toma de conciencia de que los fonemas del lenguaje hablado tienen una traducción gráfica, que se puede reconocer en el código escrito. Muchas veces en los jardines infantiles podemos ver cómo las mamás llegan emocionadas contándole a la educadora que le han enseñado las vocales a sus hijos y diciéndoles a ellos que se las repitan a la tía. Pues bien, el beneficio real de este aprendizaje sería que el niño fuera capaz de relacionar el fonema con la representación gráfica de la letra, es decir que no solo dijera "a, e, i, o, u..." sino que reconociera "ahí está la A, esa es la letra E, etc.". Esto acompañado del desarrollo de un buen lenguaje oral, ya que no basta que el niño se exprese, es necesario que lo haga bien, de este modo tendrá las bases cognitivas y la motivación necesarias para traducir el lenguaje escrito en su propio léxico mental, de forma correcta.
El segundo conjunto de procesos cognitivos está formado por la conciencia fonológica, que es el motor de la decodificación, y la conciencia semántica, que es el motor de la comprensión. Ambas activan los procesos cognitivos necesarios para decodificar y reconocer el significado de las palabras escritas.
Estos procesos, que se dan en los niños, implican una actitud proactiva de los educadores, en donde ellos estimulen y potencien el desarrollo de tales habilidades, a través de actividades que consideren tanto el contexto en que están insertos, como sus conocimientos previos e intereses. En el caso que presenté anteriormente, es posible ver cómo la educadora de párvulos perdía una valiosa instancia de aprendizaje para los niños, en donde ellos mismos manifestaban su interés por el lenguaje escrito, intentando comprender los textos, en base a sus experiencias previas con el lenguaje.
Sabemos que ya al ingresar al jardín infantil, los niños traen una serie de experiencias de alfabetización inicial, adquiridas por el solo hecho de estar insertos en un mundo en que el lenguaje escrito es una de las formas fundamentales de expresión (avisos publicitarios, medios de comunicación, carteles de tránsito, libros, computadores, etc). Lo importante es que en el jardín infantil se favorezca la reflexión del niño sobre la escritura, porque es pensando como el aprende. Se debe brindar a los niños "múltiples oportunidades para experimentar con el mundo letrado que los rodea y enseñarles estrategias para interrogar textos auténticos y producir textos con fines y propósitos definidos" (Baeza P., 2007).
De todo esto se puede inferir que el rol del(a) educador(a) de párvulos es involucrar al niño en la lectura y la escritura, a través del acercamiento de éste a textos escritos, la creación de un ambiente textualizado, la interacción con diversos materiales impresos y objetos que permitan graficar letras y números, la generación de instancias de juegos y actividades en donde se utilice el lenguaje escrito y considerando esta parte del lenguaje como un elemento fundamental del aula y la rutina diaria.
A modo de conclusión puedo decir que la alfabetización inicial es un proceso determinante del posterior desarrollo de la lectura y escritura de los niños, proceso que debe ser mediado por el adulto para lograr resultados positivos y logros significativos en relación a la formación de futuros adultos competententes en la utilización y comprensión del lenguaje escrito.


Bibliografía:


- Kathleen Roskos : The Essentials of Early Literacy Instruction
- Paz Baeza : ¿Qué se entiende hoy por alfabetización inicial?
- Luis Bravo Valdivieso : La alfabetización inicial un factor clave del rendimiento lector
- Ana Teberosky : Alfabetización inicial, aportes y limitaciones
- Secretaría General Iberoamericana (SEGIB) en la página:
www.segib.org/noticias.php?id=48&idioma=esp